24/02/2023
Resumen
Las infecciones intrabdominales representan una causa importante de morbimortalidad. Su manejo requiere un enfoque multidisciplinario que involucra a médicos intensivistas y un equipo quirúrgico. El tratamiento de las infecciones intrabdominales complicadas implica tanto la terapia antimicrobiana, como el control quirúrgico del foco. La elección del agente antimicrobiano debe basarse tanto en la gravedad de la infección como en los factores de riesgo para patógenos resistentes, la flora local y los antecedentes individuales. Cuando se presentan con sepsis y shock séptico aumenta la tasa de mortalidad hasta el 60%. El diagnóstico y el tratamiento adecuados y precoces son los pilares fundamentales para mejorar los resultados. Ante la morbimortalidad de este cuadro en la práctica diaria de atención de pacientes adultos, se decide confeccionar esta actualización sobre clasificación, diagnóstico y manejo terapéutico. Se realizó una búsqueda bibliográfica en PubMed, Medline y Cochrane, desde 2000 hasta 2021 y en consensos de sociedades científicas.
Introducción
Las infecciones intrabdominales (IIA) representan diversos procesos patológicos intra- y retroperitoneales, con un amplio espectro de enfermedad que abarca desde infecciones simples y sin complicaciones hasta infecciones graves con shock.
La IIA complicada (IIAc) sigue siendo un problema grave en todo el mundo, ocupa el primero o segundo lugar entre los focos de sepsis o shock séptico y es la segunda causa de ingreso en las unidades de terapia intensiva.
Existe una amplia variedad de entidades clínicas dentro de las IIA. Además de la formación local de abscesos o la infección de órganos sólidos, puede extenderse al peritoneo y producir peritonitis.
El diagnóstico microbiológico no es sencillo, ya que los cultivos no siempre pueden discriminar fácilmente los verdaderos patógenos de los microorganismos inocuos.
El mejor tratamiento antibiótico puede fracasar si el control del foco de la infección es deficiente o difícil de lograr; por otro lado, el inicio rápido de una terapia antimicrobiana adecuada ayuda a mejorar los resultados. Representan el 10-15%, lo cual implica una tasa de mortalidad del 10% y el 40%, respectivamente, que aumenta hasta el 60% en pacientes con comorbilidades, de edad avanzada o cuando hay bacterias resistentes.
El manejo es multidisciplinario, y se basa en cuatro pilares principales: reanimación adecuada en los pacientes sépticos, tratamiento quirúrgico para el control del foco, diagnóstico y tratamiento antimicrobiano precoces y adecuados.
Por ser una de las primeras causas de sepsis y de muerte en las unidades de terapia intensiva, esta actualización tiene por objetivo actualizar el conocimiento de la clasificación, el diagnóstico y la terapéutica, aportando herramientas que permitirán al intensivista mejorar la morbimortalidad de los pacientes.
Materiales y Métodos
Se realizó una búsqueda bibliográfica en PubMed, Medline y Cochrane, utilizando palabras clave en inglés y español, considerando un intervalo de tiempo entre 2000 y 2021. Se tuvieron en cuenta revisiones, consensos, revisiones sistemáticas, estudios aleatorizados y las recomendaciones de la Sociedad Argentina de Infectología publicadas en 2018.
Definiciones y clasificación
Las IIA se producen, en general, por perforación o inflamación de la pared intestinal, a veces, por vía hematógena, inoculación o extensión de procesos supurados por contigüidad. Comprenden:
- Los abscesos: intraperitoneales, de las vísceras abdominales, retroperitoneales y del psoas;
- Las peritonitis: primarias, secundarias y terciarias.
- La peritonitis primaria comprende la peritonitis bacteriana espontánea, la asociada a diálisis peritoneal y la peritonitis tuberculosa, a diferencia del resto de los procesos intrabdominales, requiere solo tratamiento médico.
- La peritonitis secundaria resulta de la pérdida de la integridad del tracto gastrointestinal, es consecuencia de una perforación (traumática, quirúrgica, espontánea, isquémica) o la extensión de un proceso supurado.
- La peritonitis terciaria representa una peritonitis secundaria que dura más tiempo y alberga otros patógenos (seleccionados y más resistentes).
Tanto las peritonitis secundarias como las terciarias requieren tratamiento combinado médico y quirúrgico.
- Las infecciones de la vía biliar, del apéndice y la enfermedad diverticular.
Un mismo proceso puede desencadenar un cuadro leve de rápida resolución con diagnóstico precoz y tratamiento adecuado, como la apendicitis aguda, hasta un cuadro grave con shock séptico, como la peritonitis apendicular.
Se clasifican de acuerdo con: la extensión, el origen de adquisición5,6 y la gravedad (Tabla 1).
Cecilia Domínguez, Yesica Lamberto, Pablo Saúl, Carina Balasini, Paula Juárez, Ana L. González, Darío Godoy, Sonia Vélez, Eduardo Serra, Analía De Cristofano, Monserrat Lloria, Victoria Sánchez, Soledad Areso, Leandro Aguirre, Sofia Esposto, María Cecilia García, María Candela Llerena, Marisol García-Sarubbio, Mariela Velázquez, Marco Flores Montes, Laura Sabater, Analía Palaoro, Gabriela Sheehan, Cecilia Pereyra, Juan Videla, Mónica Lares, Wanda Cornistein, Florencia Gil, Belén Guzmán, Juan Amico, María Flor Sainz-Lastra, Mariela Porcelli, Analía Costa, Silvina Neyro, Facundo Arguello, Alberto Cremona, Javier Farina, Viviana Chediack,* Miriam Blanco, Eleonora Cunto
Comité de Infectología Crítica, Sociedad Argentina de Terapia Intensiva, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina
Para descargar la investigación completa haga clik a continuación:
https://revista.sati.org.ar/index.php/MI/article/view/838/968