20/3/18
Así lo dijo el médico hepatólogo Ezequiel Ridruejo, ex presidente de la Asociación Argentina para el Estudio de las Enfermedades del Hígado (AAEEH). Para esto, los nuevos fármacos de última generación son claves.
En el marco del 18° Congreso Internacional de Enfermedades Infecciosas (ICID), que se llevó a cabo en Buenos Aires a comienzo de marzo, uno de los temas más importantes fue la lucha contra la hepatitis C. Los nuevos fármacos, con alta tasa de sobrevida, son claves para enfrentar el mal, que al ser buena parte del proceso asintomática, es conocida como “la enfermedad silenciosa”. “Eliminar la hepatitis C para 2030 es uno de los objetivos”, adelantó Ezequiel Ridruejo, ex presidente de la Asociación Argentina para el Estudio de las Enfermedades del Hígado (AAEEH), que recordó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) cree que la meta es posible, si hay compromiso de los países y los sistemas sanitario. Además, recordó la importancia de un diagnóstico a tiempo para mejorar el tratamiento.
A diferencia de muchas otras patologías crónicas y graves, la hepatitis C se puede curar en más del 95 por ciento de los casos, en pocas semanas y prácticamente sin efectos adversos. Las metas de la OMS de erradicarla para 2030 y una nueva generación de antivirales de acción directa. "Eliminar la hepatitis C para 2030 es uno de los objetivos que se propuso la Organización Mundial de la Salud y estamos trabajando en ese camino", refirió el médico hepatólogo Ezequiel Ridruejo, en diálogo con el portal Infobae. La mayoría de los pacientes, al recibir el diagnóstico se sorprenden, ya que no creían haber estado expuestos a situaciones de riesgo de infección. El virus se transmite a través de sangre infectada por transfusiones de sangre y hemoderivados antes de 1993, que fue cuando se incluyó el testeo del virus en los análisis de sangre.
Ridruejo insistió en que "cualquiera puede -y debe- pedirle a su médico al menos una vez en la vida que le indique el test de la hepatitis C, porque son gratuitos, se realizan en todos los centros de salud y permiten saber a tiempo si se porta o no el virus". Actualmente, en la Argentina se dispone de un régimen de 12 semanas de tratamiento para la hepatitis C. Los países de la región están adoptando diferentes estrategias para hacer frente al alto precio de este tratamiento. Sin embargo, se presentaron una serie de solicitudes de patentes -que se encuentran pendientes- y que podrían impedir el acceso asequible a sofosbuvir tanto en Argentina como en otros países latinoamericanos, todos los cuales son países de ingreso mediano (MIC), según la clasificación del Banco Mundial.
El virus de la hepatitis B también es grave, frecuente y muy infectivo. Desde la AAEEH, insisten en recordar a la comunidad que hoy existe una vacuna que permite prevenir el virus y que integra el calendario obligatorio de inmunizaciones en nuestro país, al igual que la vacuna que previene la hepatitis A.
