Evidencias de un estudio en vida real

      El abordaje del sobrepeso y la obesidad constituye un aspecto central en el manejo de la diabetes tipo 2. Mientras que la pérdida de peso representa un objetivo deseable para la mayoría de los pacientes, se ha planteado que, para ser considerada saludable, esta pérdida debería ser impulsada por la disminución de la masa grasa. En particular, se postula como principal blanco la disminución de los depósitos grasos a nivel del tejido adiposo visceral,¹ ya que esta reducción se acompaña de mejorías en los niveles circulantes de citoquinas y adipoquinas implicadas en el desarrollo de inflamación de bajo grado, resistencia a la insulina y modulación del riesgo cardiovascular.²

      Mientras que el impacto del uso de agonistas del receptor de GLP-1 sobre el control glucémico y la pérdida de peso en pacientes con diabetes tipo 2 es ampliamente conocido, los efectos de este tratamiento sobre la composición corporal han sido hasta el momento poco estudiados, en especial en contextos de estudios en vida real. 

      Con el objetivo de conocer más respecto a los efectos de semaglutida sobre la composición corporal en pacientes con diabetes tipo 2 que reciben este tratamiento por fuera del contexto de un ensayo clínico, investigadores de la Universidad de Bari, Italia, llevaron adelante un estudio en vida real con este agente, en el que analizaron los cambios ocurridos en la composición corporal a lo largo de 26 semanas mediante análisis por bioimpedancia multifrecuencia segmental y el estudio de la grasa visceral por ecografía.

      El estudio demostró que el tratamiento con semaglutida administrado de manera subcutánea una vez por semana favoreció el alcance de un adecuado control metabólico al tiempo que se asoció a mejorías en la sensibilidad a la insulina y favoreció la pérdida de peso (evidenciándose una media de descenso de 9,9 kg tras seis meses de tratamiento). El tratamiento indujo reducciones significativas en el índice de masa corporal y en la circunferencia de cintura, que fueron impulsados principalmente por una disminución en el tejido adiposo visceral y en la masa grasa a lo largo del tiempo (figura 1). Tal como era esperado, esta disminución de peso se acompañó también de cierta disminución en la masa magra, pero de una magnitud muy baja que, de acuerdo a los autores, se consideró no clínicamente relevante, destacándose, además, que en ninguno de los sujetos analizados se evidenciaron cambios en la fuerza muscular. 

Figura 1. Disminución en los niveles de grasa localizada a nivel del tejido adiposo visceral, estimada mediante bioimpedancia (rojo) o ecografía (azul). Los datos de bioimpedancia se expresan en litros y los niveles estimados por ecografía en centímetros. * p<0,05; ** p<0,01;

Conclusión:

      En un estudio llevado adelante en un contexto de vida real en pacientes con diabetes tipo 2, la pérdida de peso observada con semaglutida se asoció principalmente a disminuciones en los niveles de grasa visceral, contribuyendo de este modo a la reducción del riesgo cardiovascular.¹   

Referencias: 

1.Volpe S , Lisco G, Racaniello D, Fanelli M, Colaianni V, Vozza A, Triggiani V, Sabbà C, Tortorella C, De Pergola G, Piazzolla G. Once-Weekly Semaglutide Induces an Early Improvement in Body Composition in Patients with Type 2 Diabetes: A 26-Week Prospective Real-Life Study. Nutrients 2022, 14, 2414.

2.Burhans, M.S.; Hagman, D.K.; Kuzma, J.N.; Schmidt, K.A.; Kratz, M. Contribution of Adipose Tissue Inflammation to the Development oftype 2 Diabetes Mellitus. Compr. Physiol. 2018, 9, 1.