16/06/2023
En combinación con la quimioterapia mejora algunos parámetros relacionados con la respuesta al tumor, con un buen perfil de tolerabilidad.
Los resultados de un ensayo de fase Ib en pacientes con adenocarcinoma ductal pancreático (ADP) ponen de manifiesto la buena tolerabilidad de la dapagliflozina, añadida a la quimioterapia con gemcitabina y nab-pacllitaxel. En la evaluación a las 8 semanas, los investigadores constataron enfermedad estable en la mayoría de los pacientes, mientras que una pequeña proporción presentó respuesta parcial o progresión. Notablemente, tras la finalización del tratamiento con dapagliflozina, la mayoría de los pacientes experimentó progresión, manifestada en nuevas lesiones metastásicas o en un aumento de más del 30% en el tamaño de las ya existentes, a pesar de la continuación con la quimioterapia.
Linda Peterson, científica de la Universidad de Washington y co-directora del estudio, afirma que la dapagliflozina también tuvo un impacto positivo sobre los niveles circulantes de CA19-9, biomarcador asociado a la progresión, el cual se vio reducido en todos los pacientes, excepto en uno. Aunque todos los pacientes perdieron peso con el tratamiento de combinación, la pérdida de más masa grasa que muscular se asoció modestamente con la respuesta, asegura Peterson. La investigadora señala que este es el primer ensayo clínico prospectivo dirigido a evaluar la eficacia y seguridad de la dapagliflozina como terapia adjunta en el tratamiento del ADP, el tipo de cáncer de páncreas más común. Las toxicidades atribuibles a este fármaco fueron infrecuentes y leves, siendo la adherencia a este tratamiento del 99%. El estudio ha sido motivado por una reciente observación, según la cual, el ADP, así como otros tipos de tumores, expresan mayores niveles de SGLT2, transportador de glucosa inhibido por la dapagliflozina. La actividad de algunos miembros de esta familia de fármacos había sido ya demostrada en el contexto de la inmunoterapia en el cáncer de pulmón, concluyen los autores.
