12 de julio de 2018
Un equipo de científicos realizó escáneres cerebrales en 20 niños con autismo y en 18 niños sin este trastorno del neurodesarrollo. Las exploraciones mostraron que los niños con autismo tenían una superficie significativamente más plana en el lado derecho de su cerebelo. Dicho lado está involucrado en el procesamiento del lenguaje.
Los investigadores también hallaron que un cerebelo más plano se asoció con diferencias en las habilidades de pensamiento y comunicación, dos habilidades a menudo afectadas por el autismo.
No obstante, el trabajo no probó que las diferencias en el cerebelo causaran autismo.
Aún así, “nuestros hallazgos sugieren que es posible que necesitemos repensar el papel de la función y estructura cerebelosa en individuos jóvenes en riesgo de desarrollo atípico del cerebro“, dijo Kristina Denisova, autora principal del estudio y profesora asistente de neurobiología clínica en la Universidad de Columbia, en la ciudad de Nueva York.
Aunque el cerebelo representa solo el 10 por ciento del volumen total del cerebro, este contiene el 80 por ciento de todas las neuronas (células cerebrales), explicaron los investigadores. Se había creído que esta área gobernaba la función motora en su mayor parte, pero investigaciones recientes han insinuado que también podría regular el aprendizaje implícito, el desarrollo sensorial y las habilidades de pensamiento.
Sin embargo, la mayoría de los estudios de imagen cerebrales sobre el autismo se han centrado en la corteza y sus áreas subcorticales, una región más grande que el cerebelo a pesar de tener menos neuronas, dijeron los investigadores.
“Eso es en parte una función de la forma única e irregular del cerebelo, que es difícil de analizar con las técnicas de imagen convencionales“, explicó Denisova.
“Imagínese mirar solo el 20 por ciento de las neuronas del cerebro y tratar de pintar una imagen completa del desarrollo atípico en los seres humanos sobre la base de ese conocimiento limitado“, subrayó.
Denisova agregó que “una interpretación de los hallazgos es que el aumento de la complejidad estructural del cerebelo puede mejorar el aprendizaje implícito en el desarrollo atípico de los niños“.
Esa pregunta ahora está siendo investigada por los expertos en bebés y niños pequeños que están en riesgo de desarrollar autismo más adelante en la vida, afirmaron los investigadores.
Los resultados se publicaron esta semana en la revista PLOS One.
