28 de abril de 2019

Los lípidos en la dieta, que son una fuente importante de energía para los bebés prematuros, también brindan un impulso muy necesario al cerebro al aumentar significativamente el volumen cerebral global, y a su vez incrementan el volumen en las regiones involucradas en las actividades motoras y la memoria; así lo reveló una investigación presentada durante la Reunión Anual de las Sociedades Académicas Pediátricas de este año.

«En comparación con los macronutrientes como los hidratos de carbono y las proteínas, la ingesta de lípidos durante el primer mes de vida se asocia con un aumento del volumen cerebral global y regional para los bebés prematuros que son muy pequeños«, dijo la doctora Catherine Limperopoulos, directora de MRI Research of the Developing Brain en el Hospital Nacional Infantil y autora principal del estudio. «Al usar imágenes de resonancia magnética no invasiva, observamos un aumento en el volumen en el cerebelo a las 2 semanas de edad. Y a las cuatro semanas de vida, los lípidos aumentan el volumen total del cerebro y aumentan el volumen regional del cerebro en el cerebelo, la amígdala-hipocampo y el tronco cerebral«.

El cerebelo está involucrado en prácticamente todos los movimientos físicos y permite la coordinación y el equilibrio. La amígdala procesa y almacena memorias a corto plazo. El hipocampo maneja la emoción y el estado de ánimo. Y el tronco cerebral actúa como un enrutador, pasa mensajes del cerebro al resto del cuerpo, y también habilita funciones esenciales como la respiración, una frecuencia cardíaca constante y la deglución.

Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, aproximadamente 1 de cada 10 bebés nace prematuro, o antes de las 37 semanas de gestación. Las regiones del cerebro que desempeñan funciones vitales en las actividades motoras y cognitivas complejas experimentan un crecimiento exponencial al final del embarazo, lo que hace que los cerebros en desarrollo de los bebés prematuros sean particularmente vulnerables a las lesiones y al crecimiento deficiente.

La investigación del Hospital Infantil examinó el impacto de la ingesta de lípidos en el primer mes de vida en los volúmenes cerebrales de los bebés de muy bajo peso al nacer, que pesaron 1,500 gramos o menos al nacer. Estos «micro bebés prematuros» son especialmente vulnerables a un retraso en el crecimiento y al deterioro neurocognitivo después del nacimiento.

El equipo evaluó a 68 microprematuros que tenían 32 semanas de edad gestacional o menos cuando ingresaron a la unidad de cuidados intensivos neonatales del citado nosocomio durante la primera semana de vida. Midieron los macronutrientes acumulativos (carbohidratos, proteínas, lípidos y calorías) que consumieron estos recién nacidos a las 2 y 4 semanas de vida. A lo largo de los años, el laboratorio de Limperopoulos ha acumulado una gran base de datos de bebés que nacieron a término. Estos datos aportan información sin precedentes sobre el desarrollo normal del cerebro y ayudarán a mejorar la comprensión del desarrollo cerebral en los bebés prematuros de alto riesgo.

«Incluso después de controlar el aumento de peso promedio y otras condiciones de salud, la ingesta de lípidos se asoció positivamente con los volúmenes del cerebelo y del tronco cerebral en los prematuros de muy bajo peso al nacer«, agregó Katherine M. Ottolini, autora principal del estudio.

De acuerdo con Limperopoulos, la investigación futura del Hospital Infantil examinará el momento óptimo y el volumen de lípidos para estimular el desarrollo neurológico de los bebés prematuros vulnerables.

https://salud.carlosslim.org/lipidos-estimulan-crecimiento-cerebral-en-bebes-prematuros-vulnerables/