17 de marzo de 2019
Los pacientes que se someten a cirugía de reconstrucción del Ligamento Cruzado Anterior (ACL, por sus siglas en inglés) a menudo se enfrentan a pérdida ósea y muscular inmediatamente después del procedimiento. Ahora, en el marco del “Día de la Especialidad” de la Sociedad Americana de Ortopedia para la Medicina del Deporte (AOSSM) y la Asociación de Artroscopía de América del Norte (AANA), un equipo de investigadores presentó un trabajo donde demuestran que combinar la terapia de restricción del flujo sanguíneo (BFR, por sus siglas en inglés) con los esfuerzos tradicionales de rehabilitación permite retardar la pérdida ósea y reducir el tiempo para que el ligamento cruzado anterior —uno de los principales ligamentos de la rodilla— recupere su funcionamiento.
“Brindar BFR como parte de los esfuerzos de rehabilitación después de la cirugía de ACL, parece ayudar a preservar el hueso, recuperar la pérdida muscular y mejorar la función más rápido, de acuerdo con nuestra investigación“, dijo el doctor y autor principal Bradley Lambert, del Laboratorio de Investigación de Biomecánica Ortopédica y del Departamento de Ortopedia y Medicina Deportiva en el Hospital Metodista de Houston (Texas, Estados Unidos).
El doctor Lambert y sus colegas presentaron los nuevos resultados de un estudio prospectivo aleatorizado previamente iniciado y dirigido por el doctor Patrick McCulloch, Presidente de Investigación del departamento antes mencionado, en el cual se evaluó a 23 pacientes jóvenes activos (edad promedio de 23 años) después de la reconstrucción del ACL. Los participantes fueron divididos en dos grupos. Ambos grupos recibieron el mismo protocolo de rehabilitación, sin embargo, durante los ejercicios seleccionados, el grupo de BFR se ejercitó con una oclusión de la extremidad arterial del 80% utilizando un torniquete automático. La densidad mineral ósea, la masa ósea y la masa muscular magra se midieron utilizando absorciometría con rayos X de doble energía (DEXA, por sus siglas en inglés). Se encontró que la adición de la terapia BFR a los ejercicios de rehabilitación estándar previene la pérdida de masa muscular en toda la pierna y el muslo en la extremidad postoperatoria en comparación con la rehabilitación por sí sola. Curiosamente, también se observó que la adición de BFR minimiza las pérdidas en el contenido mineral óseo y preserva la densidad ósea en la extremidad en comparación con la rehabilitación estándar sola. Los hallazgos coincidieron con los mejores resultados funcionales observados por el doctor Corbin Hedt, quien supervisó las sesiones de terapia.
“La BFR es una terapia aditiva adecuada para la rehabilitación del ACL con el fin de minimizar la pérdida y mejorar la recuperación de los músculos, los huesos y la función física. Si bien se requiere más investigación para dilucidar por completo los mecanismos fisiológicos responsables de nuestros resultados, estos hallazgos probablemente tengan amplias implicaciones para otros campos distintos a la rehabilitación de ACL, como la prevención de lesiones, la pérdida de masa ósea y muscular relacionada con la edad, la rehabilitación militar y, posiblemente, el vuelo espacial“, concluyó Lambert.
